#NoTeQuedesEnTuCuarto

Imagen no propia

TIEMPO DE CUARENTENA.


Es tiempo de cuarentena… tiempo de aislamiento, tiempo de incertidumbre, tiempo de solidaridad, tiempo de empatía, tiempo de resiliencia,... pero también, tiempo de reflexión. 
Ahora más que nunca tenemos la oportunidad de escucharnos a nosotros mismos, de dejar que broten esas palabras que silencia el ajetreo diario. No sé, un himno a los abrazos, una oda a la amistad, una disertación sobre la empatía, un canto a la naturaleza, un soneto a los abuelos, una declaración de intenciones, una muestra de agradecimiento, un poema de amor,... Desde la Biblioteca Juan Carlos Manuel queremos abriros un rinconcito en el que compartir todas vuestras reflexiones, en el que podáis mostrar todo lo que nos está enseñando este tiempo de cuarentena. Te invitamos a dejar un comentario en esta entrada.

Comentarios

  1. #YOSALGODEMICUARTO a veces ( para comer e ir al baño)

    ResponderEliminar
  2. #NoTeQuedesEnTuCuarto Sal y disfruta todas tus tardes con tu familia de un modo u otro .

    ResponderEliminar
  3. #NoTeQuedesEnTuCuarto Haz vida en toda tu casa

    ResponderEliminar
  4. La Enfermedad de la Globalización

    El desarrollo de las tecnologías de la comunicación y la mejora de los medios de transporte en estas últimas décadas han hecho que, con el avance de nuestra sociedad, vivamos en un mundo cada vez más globalizado. La información llega de una punta del mundo a la otra en cuestión de segundos gracias a internet y cualquier persona con suficientes recursos económicos puede viajar de un continente a otro en varias horas. Esto ha tenido muchas consecuencias positivas para la sociedad. Nos ha permitido viajar, acercarnos a otras culturas, escuchar las ideas de cualquier persona del mundo y también ha supuesto un gran progreso a nivel económico, impulsando el comercio y creando un panorama internacional en el que existe una relación muy fuerte entre los diferentes países. Relación, en algunos casos, no solo de colaboración, sino de dependencia.
    Sin duda, este proceso de globalización ha hecho que avancemos a una velocidad de vértigo económica, culturalmente y, en general, como sociedad. Pero la globalización también tiene sus inconvenientes, y no solo hablo de los que se mencionan habitualmente, como la pérdida de identidades culturales o la distribución desigual de los recursos entre los países más desarrollados y los más pobres.
    Hace varios siglos, una enfermedad podía suponer un serio problema para un país y su zona de influencia más cercana. En la actualidad, gracias a los altos niveles de desplazamientos que hay cada día, una enfermedad altamente infecciosa, como es el caso del coronavirus, puede expandirse por todo el mundo con una rapidez nunca antes vista.
    Y, aunque este coronavirus no tiene una tasa de mortalidad muy alta, tampoco la necesita. La aparición de un simple virus que impida a la gente trabajar puede paralizar la economía de un país y, en un mundo en el que, como he mencionado antes, los países dependen tanto unos de otros y tanto la información, en muchas ocasiones falsa o manipulada, como la incertidumbre se extienden a una gran velocidad, esto puede tener consecuencias fatales. Los seres humanos somos egoístas y pensamos que un problema para un país es un problema para sus habitantes, pero debemos tener cuidado, nuestro modelo actual de sociedad, un problema para un país, se convierte fácilmente en un problema para el mundo y nos afecta a todos.
    Este virus es la primera gran crisis que afrontamos como sociedad globalizada y, si algo nos está enseñando, es que no estamos preparados. Esta situación debe convertirse en una lección de humildad. O nos damos cuenta de que, pese a todo el avance que hemos conseguido, nuestra sociedad es altamente interdependiente, lo que la convierte en frágil y volátil, y desarrollamos una forma de hacer frente a este tipo de crisis de manera efectiva, o todo este proceso de globalización pasará de suponer el mayor avance del ser humano como especie y como sociedad, a su perdición.

    ResponderEliminar
  5. Quiero verte

    Sigo soñando con ese momento
    en el que pueda darte un beso,
    necesito un abrazo
    que me lleve a otro universo.
    No encuentro fin ni salida,
    siento que con ello se me va la vida.
    Todo esto se me queda grande
    No puedo ver cómo pasa el tiempo
    y cerca no te tengo.
    El sentir tu ausencia
    el alma me destroza,
    quiero pensar que no serás un simple amor de la adolescencia
    porque siento que puedo
    si estás cerca de mí.
    Todo cobra sentido
    cuando te siento conmigo.
    Solo quiero darle fin a este confinamiento
    para empezar con nuestro bonito reencuentro.

    ResponderEliminar
  6. Ya no se escuchan las risas por las calles, no hay coches desesperados de un lado para otro y no vamos a levantarnos a las 2 de la mañana porque en el bar de abajo no paran de gritar. Ya no se escucha la alarma de las siete para vestirse y coger la mochila, ni tampoco el timbre que indica el comienzo de las clases. Ya no se escucha el teléfono sonar porque vas tarde a algún lugar, ni tu madre te regaña porque se te han olvidado las llaves y se ha tenido que despertar. Ahora solo hay silencio. Silencio acompañado de llantos, preocupación e incertidumbre. Ya no se escuchan los sonidos a los que estábamos tan acostumbrados y, ahora, se echan de menos.

    La vida nos ha dado un toque de queda, nos ha avisado de que el tiempo vuela y que nosotros por muchos que queramos nunca vamos a poder detenerlo. Tenemos que aprender a valorar cada instante de nuestra vida y así poder disfrutar de ellos, por si es la última vez que vamos a poder vivirlos. Estoy segura de que antes de toda esta situación, caminábamos sin un rumbo fijo y sin saber realmente lo que queríamos ni lo que nos hacía plenamente felices, no disfrutábamos porque estábamos seguros de que mañana podríamos volver a vivir ese momento. Pero no, de repente llega esto y nos quedamos con las ganas de poder volver a repetir, para poder disfrutarlo como se debe.

    Son tiempos difíciles, tiempos de angustia y temor al porvenir, los días pasan y pasan y aún nadie sabe cuando va a acabar esto, solo debemos quedarnos en casa y poner toda la confianza en las manos de nuestros médicos y enfermeros. Esas personas que son nuestros héroes sin capa, los que han dejado a sus familias y sus vidas para poder salvar la de otros, los que están haciendo jornadas interminables y están cargando una mochila a sus espaldas con sentimientos y experiencias que no son gratos para nadie.

    Ahora mismo, nos supera el sentimiento de nostalgia y añoranza por querer, pero no poder, vivir momentos con personas a las que queremos, las echamos de menos y deseamos verlas. Nos falta una parte de nosotros mismos que se ha quedado en cada casa de aquellas personas con las que compartimos nuestro día a día y que ya no la tenemos al lado y por eso, nos sentimos vacíos por dentro, necesitamos completar todas las piezas de nuestro interior, ansiamos poder reencontrarnos con la persona que guarda una parte de ti, para que así, al abrazarla, se pueda volver a llenar ese vacío que había dejado el estar separados.

    Por todo esto, pienso y afirmo con total seguridad que la parte más positiva de estos tiempos tan difíciles van a ser los reencuentros. Cuando todo esto acabe y podamos ir a casa de la abuela y darle un beso por cada día que has estado sin dárselo, cuando podamos volver a abrazar a nuestros amigos, volver a ir de fiesta o tomarnos un café con alguien especial. Esto si que van a ser realmente momentos de plena felicidad, y ahora, una vez pasado todo esto y aprendida toda la lección, los disfrutaremos como si fueran los últimos en nuestra vida, para que así, si de repente no podemos a volver a vivirlos, no sintamos que no lo hemos valorado lo suficiente. O eso espero.

    ResponderEliminar
  7. La esperanza ante el colapso

    La gente se encierra en sus casa con la esperanza de salir cuanto antes, con la intención de colaborar y ayudar con todo lo necesario. Movidos por la empatía, acatan las órdenes del gobierno y las aceptan, saliendo únicamente para lo necesario. A excepción de la gran mayoría, hay un grupo que sale cada día de su casa, salva y ayuda a un gran número de personas con el material escaso que tiene, y vuelve cansada sin saber si tiene o no un virus que pueda transmitir a su familia y provoque que la próxima vuelta al hospital sea como paciente. Aún así, al día siguiente vuelven y hacen lo mismo que el día anterior, ayudan lo máximo posible, todo el tiempo posible y de la mejor forma, para mantener la calma en unos momentos tan estresantes como los actuales. A ellos, se les han de sumar los que no paran de dar vueltas, día y noche, para mantener la seguridad de cada uno de nosotros, los que ayudan en residencias tan necesitadas, o los que de la nada montan enormes hospitales o desinfectan grandes edificios y limpian nuestras ciudades y pueblos.

    A cambio, hay gente que, sin empatía, sin intención de colaborar, sin sentido común o algo similar, salen de sus casas cada día como si no pasase nada a su alrededor, como si no pudieran suponer un peligro o con la falta de consciencia de que ellos mismos lo corren, ya que tienen la posibilidad de ser un paciente más y, ahora mismo, no es lo mejor tentar a la suerte en una UCI o en cualquier cama (si las hay) de un hospital.

    Ante esto, es mejor fijarse en aquellos que se quedan en casa, salen lo justo y necesario, y son conscientes de lo que ocurre a su alrededor y de cómo han de actuar, por el bien común y por el suyo propio. Es mejor fijarse en aquellos que, a las 20:00 h., salen a sus balcones a aplaudir y dar gracias a los sanitarios por su grandioso trabajo mientras piden a los demás que se queden en casa; en aquellos que colocan un altavoz en su terraza y ponen música para que la gente cante, baile y así se distraiga; en aquellos que deciden jugar al bingo cada uno desde su balcón para matar el tiempo o, en quien dona material sanitario o presta cualquier tipo de ayuda sin recibir nada más a cambio.

    Hay que fijarse en ellos, en los sanitarios, en las fuerzas del Estado y en los trabajadores esenciales, porque son ellos, y sólo ellos, los que pueden mantener esa pizca de esperanza en una sociedad que ve cerca el colapso, tanto en la sanidad como en otros campos.

    ResponderEliminar
  8. A veces, el mundo llega a un punto extraño, en el que nos pide cambiar, no sabemos con exactitud cómo, pero sentimos que no solo lo quiere, sino que también lo necesita.
    ¿Y si la situación que está viviendo nuestro mundo actualmente es ese punto extraño? ¿Y si no nos está pidiendo un simple cambio, sino que nos está dando una lección?
    Vivimos en un mundo ajetreado y con prisas. Un mundo que en poco tiempo ha cambiado a pasos agigantados, sin que apenas nos diéramos cuenta. En el que predomina el materialismo, las guerras y las desigualdades, pero la humanidad brilla por su ausencia. Un mundo en el que disfrutamos poco de lo que tenemos al lado y valoramos mucho aquello que está detrás de la pantalla, en el que todos sabemos darle “me gusta” a las fotos de nuestras amigas, pero en el que nos cuesta muchísimo decirle cuánto les queremos. Un mundo en el que preferimos ver historias de Instagram antes que escuchar las que nos está contando nuestra abuela, en el que no valoramos el trabajo de nuestra madre y tampoco un beso de nuestro padre.
    En estos días he comprendido que lo peor de todo no es que vivamos en un mundo así, sino que ha tenido que venir un enemigo común, para pararnos. Algo que nadie ha visto, pero que ha creado una guerra en la que todos estamos del mismo bando. Sin embargo, no todos tenemos la misma suerte, a algunos nos ha encerrado en nuestras casas, y a los más valientes los ha mandado al frente. Como en toda guerra hay heridos y fallecidos, personas que han luchado hasta el final, y otras que siguen peleando para lidiar esta batalla. Un combate en el que hemos cambiado los “me gusta” por te quiero, en el que el mejor momento del día es la videollamada con tu abuela, y las partidas de parchís con tus hermanos, en el que echas de menos hasta las caras de dormidas de tus amigas en el instituto. En el que hemos aprendido que un móvil no vale nada cuando con las personas de tu alrededor lo tienes todo.

    ResponderEliminar
  9. En época de confinamiento
    expresamos todos nuestros sentimientos,
    lo tenemos que pasar con tiento
    y vivirlo en familia,
    así haremos mejor la vigilia,
    sacaremos nuestro ser hacia fuera
    y viviremos este tiempo hasta que Dios quiera.

    Que este es fiel compañero
    en estos días de inquietud y preocupación
    para el mundo entero.

    Todo esto nos lleva a descubrir cosas nuevas
    momentos inolvidables con tus allegados,
    pues con la velocidad de la vida los teníamos olvidados.

    Mis padres hacen de mí aflorar
    cosas mías que desconocía,
    con mi hermano, más unido si cabe todavía
    y yo mostrando mi lado más humano
    a los que me acompañan en mi vida.

    Salimos al balcón para apoyar
    a los verdaderos héroes de esta pesadilla,
    policías, sanitarios y voluntarios
    que, sin duda, con su forma de luchar
    sacan de nosotros este aplauso multitudinario.

    No hay mal que por bien no venga,
    aprovecharemos esta situación y
    sacaremos de este mal lo que más nos convenga.

    ResponderEliminar
  10. Pasan. Pasan semanas, días, mañanas, tardes y noches. Todo está pasando y más notablemente esta maldita epidemia.
    El tiempo corre y con él se van personas, sueños, planes, se apaga la felicidad de muchos corazones mientras que otros, más que nunca, arrancan las últimas fuerzas que les quedan en el motor de su corazón para combatir con este enemigo.
    Y es ahora cuando somos conscientes de que todo era mejor cuando nada pasaba o mejor dicho ,cuando no sentíamos el paso del tiempo. Porque tu entorno, tu rutina, tus amigos y tu familia hacían que todo se consumiera en muy poco tiempo. Tal vez esto era consecuencia de que estábamos disfrutando, ya que dicen que cuando algo pasa rápido es porque de verdad has sido feliz y pierdes la noción del tiempo.
    Pero esta larga espera no se remite a la teoría anterior, porque ahora el tiempo sí que se consume, pero se consume en hospitales, en casas, en horas muertas y en fallecidos de más.
    Puede ser que todo esto traiga consigo muchos malos ratos, pero si de algo hay certeza es de que cuando todo vuelva a ser como antes, ese día, vamos a valorarlo más que nunca. Y ojalá lo sigamos valorando por el resto de los días.
    Si existe algo que no debemos apagar en este tiempo es la esperanza, porque todo llega, pero tarde o temprano también pasa.

    ResponderEliminar
  11. REFLEXIONES EN TIEMPO DE CUARENTENA

    Ahora que la mayoría estamos en casa y buscamos maneras para escapar de la rutina y el aburrimiento en los que vivimos, es momento de reflexionar. Reflexionar sobre nosotros, el ser humano, que tan abrumado se encuentra en estos momentos. Esta reflexión es obligada si queremos ver el camino que está siguiendo nuestra especie.

    Por un lado, este virus viene a rebajar la soberbia humana. Si por algo nos caracterizamos, es por nuestro egoísmo con el planeta, tomamos lo que queremos de la naturaleza dándonos igual si esto supone un perjuicio para otras especies, contaminamos porque es más cómodo y lucrativo, en definitiva, nos creemos que todo lo que nos rodea nos pertenece y está irremediablemente a nuestro servicio: los árboles, los animales, los mares, las montañas y toda la naturaleza en general. Esta soberbia se vio aumentada con la invención de las máquinas, ya que si hasta entonces el ser humano tenía límites naturales que no podía sobrepasar y respetaba mínimamente la naturaleza, ahora había encontrado el complemento perfecto para esclavizar el planeta a sus intereses. Nos creemos superiores al calentamiento global, a la desertización de muchas zonas del planeta, al agujero en la capa de ozono y todas las amenazas medioambientales que nosotros mismos hemos creado y que nada podrá acabar con nosotros y nuestra posición de poder en el ecosistema y ahí es donde entra en juego el coronavirus. Un microscópico virus que ha conseguido que todos los países del mundo, pequeños y grandes, poderosos y débiles, se paren por completo para intentar reducir la propagación y sus consecuencias, y aquellos que todavía se muestran escépticos confiando que por el mero hecho de ser humanos nos vamos a volver inmunes y que solo será problema de algunos y no de todos se verán obligados a agachar la cabeza y actuar en conjunto porque esa postura solo traerá desgracias para todos. Lo que creemos que es una de las mayores amenazas de la historia humana, es en realidad una llamada de atención de la naturaleza, mostrándonos que por muchas máquinas y muy superiores que nos creamos, solo somos una mota de polvo en el universo, que estamos de paso y que algún día ya sea por nuestra culpa o por un capricho de la naturaleza, nos iremos y el ser humano y sus máquinas desaparecerán como les pasó a los dinosaurios antes que nosotros.

    Por otro lado, si algo bueno podemos encontrar en esta situación es el compromiso, la entrega, la solidaridad, el valor y el incansable intelecto humano, que por muchos problemas que tengamos, siempre ha logrado sacarnos del apuro e indudablemente lo hará de nuevo, pero no porque nosotros seamos los buenos y el virus el malo de una película y el bien tenga que triunfar, es solo una lucha biológica y ahí no hay buenos ni malos, solo supervivencia y desaparición. No sabemos si serán unos meses o unos años, pero encontraremos la forma de volver a la normalidad, a la vida que llevábamos hasta el momento que nos llegó el virus, pero también tendremos que realizar cambios en nuestra relación con el planeta y que aquellos que a hasta ahora han negado los problemas que nos estamos generando, recapaciten y se conciencien. Y es que aunque nos salvemos de esta, llegará un momento en el que no podamos superar un problema que supondrá nuestro fin.

    ResponderEliminar

  12. ¿Conocéis el dicho de al mal tiempo buena cara ?, pues eso es lo que estoy haciendo yo y lo que todos debemos hacer .
    Claro que no es fácil cambiar gran parte de tu vida de la noche a la mañana, que no es fácil para la persona que se ha quedado en paro, para el estudiante o el profesor que tiene que cambiar la dinámica de las clases, para los médicos y enfermeros, para los repartidores, para el servicio de limpieza y muchas más profesiones que se levantan cada día para combatir esta lucha desde sus trabajos .
    Tampoco es fácil para las personas contagiadas, las que tienen el riesgo de contagiarse, y las que han perdido a alguien por culpa de este virus.

    Pero te ruego que más allá de la tristeza e impotencia que nos invade por todo lo ocurrido, y desgraciadamente lo que está por ocurrir, te pares un instante y mires a tu alrededor, ¿ves a esa persona?, sí, sí, esa eres tú, y eres muy valiente por levantarte cada día y luchar ante esto, sea la situación que sea .

    Porque como dice otro dicho “ a veces, en los peores momentos, conocemos a las mejores personas “, y yo estoy viendo a personas valientes, personas con situación familiar crítica que por el propio bien y el de los demás se quedan en casa . También estoy viendo personas solidarias, que saben empatizar con los demás, pero ¿ sabes qué es lo que más veo ? observo a millones y millones de personitas como tú y como yo, que luchamos codo a codo ante esto y sin rendirnos, para que un día al despertarnos veamos que todo ha vuelto a la normalidad. Pero eso sí, saldremos de esta más reforzados, porque todos estos valores que estamos aprendiendo jamás se nos van a olvidar .

    Así que más allá de todo lo malo, disfruta cada instante, y aprende de tí mismo/a, date tiempo y también dáselo a los demás que están ahí contigo .
    Aprovecha para hacer lo que más te gusta . A mi me gusta cantar, leer, ver series, … ¿Y a ti? pues, si lo tienes claro hazlo, pero hazlo ya, no dejes que el tiempo vuele .

    ResponderEliminar
  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  14. JUNTO A MI VENTANA

    Abro los ojos y se vuelve a repetir lo mismo de cada mañana. a veces me pellizco para comprobar si todo esto es real, y sí, desgraciadamente lo es. Miles de preguntas, pero son tan pocas las respuestas… No entiendo cómo todo esto ha podido ocurrir,.me levanto, me siento a los pies de la cama junto a mi ventana y comienzo a pensar y a pensar, pero no entiendo qué me pasa, es tal el cúmulo de sentimientos que no sabría cómo expresarlo. eso que cada uno sentimos al mirar por la ventana, tristeza, melancolía, añoranza y comienzas a valorar todo eso que hacías diariamente, que te parecía tan aburrido y cotidiano, y ahora lo extrañas. sentimos miedo, miedo de que pasará. Tenemos un continuo ojalá rozando nuestros labios, un ojalá acompañado de un cuándo llegarán esos abrazos, esos besos, esos días soleados que disfrutamos tanto… Pero mientras tanto, aquí seguimos tras una ventana esperando que lleguen las 20:00h para aplaudir, que es lo único planeado cada día para agradecer a esos héroes que luchan diariamente por nosotros. Me levanto de la cama y pasa el día como los demás, con ese cúmulo de sentimientos que no sé cómo expresar, son tantos los datos negativos que llegan a tu cabeza que no sabes cómo actuar. Llega la noche y vuelvo al mismo lugar en el que comenzó el día, a los pies de la cama junto a esa ventana, no puedo quedarme dormido, ya nada es igual, tenemos miedo continuamente. la luna ya no brilla igual, el tiempo ya no nos importa, bueno, para mirar si a las 20:00h vamos a poder salir al balcón. los vecinos son más vecinos, bueno, en algunos casos al contrario. el himno de España ahora tiene letra y se titula “Resistiré”. ahora las clases son mediante una pantalla en la que nos vemos 30 personas, quién nos lo iba a decir… Empiezo a sentir como mis ojos se van cerrando mientras pienso cómo será ese día en el que todo vuelva a la normalidad…

    ResponderEliminar
  15. Llegará

    Llegará el momento en el que digamos con orgullo que perder mereció la pena por haber ganado. Mientras tanto, ahora nos toca esperar y aguantar. Aguantarnos las ganas de besar, abrazar y visitar a esas personas a las que tanto de menos echamos y a las que tanto afecta esta trágica enfermedad, para al final poder coger sus rugosas manos sin miedos y decirles que aunque no sea juntos, lo hemos superado.

    Estoy dispuesta a esperar, dispuesta a ver pasar el tiempo desde mi habitación, pero no estoy ni estaré dispuesta a dejar que el cansancio o el aburrimiento ganen esta vez, voy a luchar por reírme de todo, reír como nunca antes lo había hecho, por cosas con o sin sentido. Quiero que sigamos sonriendo, que sigamos aplaudiendo desde los balcones, que sigamos diciéndonos te quiero aunque sea a través de una pantalla, porque eso es lo único que nos va a mantener vivos, esa es la única esperanza. Los días van a seguir pasando, mañana saldrá el sol y la vida seguirá aunque sea en casa, por eso no voy a darme por vencida, ahora toca aprender a sacarle algo bueno a todo esto.

    Es época de añoranza, de reflexión y de aprender a pasar tiempo con nosotros mismos, con nuestros pensamientos. Ayer, en mi momento de desconexión, me senté en el pollete de mi ventana y comencé a pensar, pensar en todo a lo que hemos tenido que decir adiós, a todos los planes a los que hemos tenido que renunciar, a los “nos vemos mañana” que no han podido cumplirse; pero decidí quedarme con lo bueno. Es un poco surrealista que hayamos tenido que llegar a esta situación para darnos cuenta de que aquella rutina que creíamos aburrida e innecesaria, ahora se haya convertido en una necesidad, que el hecho de visitar a nuestros abuelos, que a veces nos fastidiaba los planes, ahora sea una prohibición por la que estaríamos dispuestos a ser sancionados. Es entonces cuando me di cuenta de que lo que hemos aprendido en este tiempo de confinamiento, quizás no lo hubiésemos aprendido si esto no hubiese pasado. Así que, dentro de unos años, cuando mire atrás, espero recordarlo como una experiencia más que nos tocó vivir y de la que salimos más unidos que nunca.
    Llegará el día en el que todo vuelva a la normalidad, en el que abracemos sin límites ni miedos. Estoy segura de que llegará.

    ResponderEliminar
  16. Y aquí seguimos. Un día más es un día menos, aunque a mí esta filosofía de vida no es que me agrade mucho. Todos estamos con una cuenta atrás que parece no avanzar, en realidad cada vez se prolonga más. Es como cuando estás en clase del profesor más aburrido del instituto y miras todo el rato el reloj para ver cuánto tiempo de sufrimiento te queda. Lo miras, suspiras y cuando crees que ha pasado media hora de clase y ya has pintarrajeado todo lo que tienes en la mesa, te das cuenta de que sólo han pasado cinco escasos minutos que te han parecido horas. Pues así estamos, mirando continuamente el reloj, examinando el calendario que hay colgado en la cocina, contando cuántos días quedan.

    Las noticias tampoco es que ayuden mucho, todos los canales hablan de lo mismo, aunque es lo más normal viendo cómo están las cosas hoy en día. Pero lo que le hace falta a la gente es distraerse, tiene que evadirse de esta situación que nos rodea y que nos asfixia cada vez más. No podemos salir a la calle, vale, pues saquémosle partido a esto. Prueba a hacer cosas nuevas, el mando de la tele ya está saturado de tanto cambio de canal en busca de una peli más o menos decente de esas que echan los fines de semana. Intenta socializar en tu casa, a lo mejor descubres a gente con la que no habías hablado antes, puede que hasta te caigan bien. Hecha una mano también, que esta situación no es fácil para nadie, ayuda en las tareas de casa o a tus hermanos con los deberes, o si perteneces al grupo de vagos como yo, ponte a cantar todas las canciones de tu infancia a pleno pulmón por toda la casa tu familia se acabará hartando de ti y os mandarán a ti y al repertorio de High School Musical a freír espárragos, pero al menos no tendrás que hacer nada.

    ¿Y será porque no tenemos cosas que hacer, que nos aburrimos mucho? Nada más levantarnos por la mañana (algunos bien entrado ya el mediodía) nuestro móvil vibra sin parar recibiendo notificaciones del correo y del classroom, muchas veces coges el teléfono con cierto miedo de ver el simbolito que tanto caracteriza a esta ya famosa aplicación. Mañana, tarde y noche, a cualquier hora te puede llegar un mensaje. Pero es algo a lo que nos tenemos que acostumbrar, porque nos queda una larga temporada viviendo así.

    También cabe decir que los vecinos ayudan mucho con el tema del aburrimiento. No lo digo porque yo me asome al balcón a darlo todo a las ocho de tarde bailando el himno de España, sino porque al menos me distraen, la mayoría de las veces me exasperan, como cuando ponen el Waka Waka a las cinco de tarde, pero al menos me sacan de mi desidia continua, que aumenta por minutos.

    Después de escribir esto y releerlo unas decenas de veces, me paro a pensar en lo egoísta que soy. Me he quejado de la cantidad de tiempo que me obligan a estar encerrada en mi casa, de los deberes, de mis vecinos, y no me he parado a pensar en la gente que está metida en un hospital, sin saber si volverá a salir de allí con vida, si volverá a ver a su gente.

    Son tiempos de incertidumbre, de desesperación, de verdadera angustia, esto es nuevo para todos, nadie nos obliga a hacer esto por gusto. Es tiempo de reflexión y de intentar dejar a un lado el egoísmo. Es tiempo de quedarse en casa.

    ResponderEliminar

  17. APRENDÍ A VIVIR

    Hay gente que dice que estamos perdiendo el tiempo, yo creo que estamos experimentando una nueva forma de vivir, estamos haciendo cosas que jamás hubiéramos pensado hacer.
    ¿Pero sabéis qué? Los momentos amargos son los que hacen que aprendas y reflexiones sobre qué es lo verdaderamente prioritario e importante.
    Antes me preocupaba por todo, por cosas que parecían significativas, pero , que en realidad no significaban nada.
    Me preocupaba no poder ser la persona que todos esperaban que fuera.
    Pero entonces... sin darme cuenta… cambié.
    ¿Cuál es el miedo a ser cómo soy? Si me van a rechazar, al menos que sea por ser auténtica.
    Cuando todo esto pasó, empecé a entender el significado de extrañar y a valorar los pequeños detalles como pueden ser un abrazo, un beso, o incluso un paseo por el campo; esos momentos que no esperas y que vienen solos para hacerte feliz y llenarte de recuerdos que te marcan.
    Ya no me preocupa lo que pueda pasar por vivir, me preocupa lo que pasará si no lo hago.
    Así que en relativamente poco tiempo, a consecuencia de este necesario encierro, aprendí.
    Aprendí a descubrir, a que no tengo que escalar una montaña para estar en la cima del mundo. Que incluso los lugares más simples e inesperados, pueden ser hermosos, siempre que te pares a observarlos.
    Aprendí a seguir adelante sin mirar atrás. Que no pasa nada por perderse… siempre que encuentres el camino de vuelta.
    Que hay sitios luminosos, incluso en momentos sombríos. Y si no los hay, tú puedes ser ese lugar con infinitas posibilidades.
    Aprendí lo irónica que es la vida, que necesitamos tristeza para saber qué es la felicidad, ruido para apreciar el silencio y ausencia para valorar la presencia.
    Ahora soy una soñadora que sueña despierta con toda la belleza del mundo y hago que cobre vida.
    Por todas estas razones, supe que no importa cómo ni dónde, que la vida solo es cuestión de vivirla.

    ResponderEliminar
  18. Unidad


    Hace unos días, escuché a alguien, no me acuerdo quién ni tampoco viene al caso, decir que ahora estamos conociendo de verdad lo que es la globalización. Tiene razón, y mira que es algo que no digo muy a menudo, o al menos, en parte.

    Es cierto que hemos escuchado cientos de veces eso de que vivimos en un mundo globalizado, que si la economía globalizada, que si la ONU, que si el libre comercio, etc.
    Pero hacía mucho que el mundo no compartía un problema global tan grande, quizás desde la Segunda Guerra Mundial, con la gran diferencia de que ahora estamos “unidos”.Y si lo pongo entre comillas es porque ahora voy a matizarlo.

    Sí, estamos unidos frente al coronavirus, tarde o temprano todos los países nos vamos a pringar, es inevitable. Y aún así, aquí estamos reprochando y culpándonos unos a otros de un problema cuya naturaleza se nos escapa.

    Antes dije inevitable, sí, porque si se pudiera evitar, no estaríamos unidos. Si pudiéramos “echar” al coronavirus a su país, bombardearlo o ignorarlo a costa de otros, probablemente lo haríamos. Pese a que nos pongamos muy empáticos y mandemos una ayuda ocasional. ¿O acaso cuando el coronavirus sólo estaba en China nos preocupamos mucho?

    Con esto no quiero dar un discurso sobre lo egoístas y lo malvados que somos los blanquitos de occidente. Es cierto que cada país tiene sus problemas, y, si bien es cierto que podríamos coordinarnos y cooperar mejor, no es plan, ni se pueden resolver problemas extranjeros como si fueran nuestros. Incluso, a veces, la ayuda que le damos a algunos países no sólo es ineficaz a largo plazo, sino que podemos hasta dificultar su propio desarrollo.

    Es muy bonito salir al balcón estos días a aplaudir y cantar, es esperanzador pintar arcoiris, y es reconfortante tener esa sensación de unidad cuando más solos estamos. Es impresionante ver cómo unos países se ayudan unos a otros ante un problema que nos afecta a todos, es esa misma sensación, pero a gran escala.
    Pero, al final, cuando pasan las ocho, ves como esa sensación pasajera se difumina, y, al ver más allá, te das cuenta de que todo es una dulce ilusión.

    ResponderEliminar
  19. APRENDE A VALORAR ANTES DE QUE PUEDA SER TARDE

    Es increíble que no nos demos cuenta del valor de nuestra vida hasta que sucede algo catastrófico, algo que te hace abrir los ojos y ver la realidad de una manera diferente…
    Es increíble cómo una persona puede llegar a cambiar en momentos como estos, como empieza a ser consciente de lo afortunada que era, de lo feliz que estaba siendo sin darse cuenta…
    Es todo tan increíble… Menuda sorpresa nos ha dado la vida… Aunque yo creo que no pretendía sorprendernos, pero sí darnos una lección, para que cuando todo acabe, cuando volvamos a salir a la calle, cuando nos reunamos de nuevo con nuestros amigos, con nuestros familiares… comencemos a saber valorar cada momento, cada detalle… porque antes ¿quién era capaz de apreciar todo lo que tenía? Muy fácil, lo material lo valoraba todo el mundo, porque claro, una camiseta de marca, un móvil caro… qué guay era tener todo eso, pero ¿ y lo que no era material? ¿Qué poco lo apreciábamos… y cuánto nos acordamos de eso… !
    Porque yo me acuerdo todos los días de todo lo que podía haber dicho y no dije, de todo lo que podía haber hecho y no hice… pero eso no son más que recuerdos que inundan mi mente y que en cuanto pueda volver a salir los cambiaré, porque viviré mi vida como si fuese el último día, lucharé por quienes quiero y por todo aquello que quiero… Y espero no haber sido la única, espero que todo el mundo haya aprendido algo positivo de todo este caos.

    ResponderEliminar
  20. Seguro que sobre las ocho de la tarde tienes pensado salir al balcón para aplaudir, y que mientras tus manos al igual que si fueran engranajes de un reloj suizo, marcan las gracias con la esperanza de devolver el esfuerzo que los héroes realizan, tú te encuentras sumergido en las diferentes ideas que pasan por tu cabeza para elegir qué cenar. Todo esto se ha vuelto una extraña rutina aunque a veces me pregunto si habrá sido fruto de la naturaleza porque desde que empezó el estado de alarma no ha parado de llover, como si nos estuvieran mandando un mensaje que yo interpreto algo así como que no salgas de tu agradable casa (nótese la ironía).

    Ahora imaginemos que mañana vuelve todo a la normalidad y que ya podemos salir a la calle, sin perro o sin basura, para hacer nuestra vida cotidiana, ¿cambiaría algo? Seguro que en poco tiempo volvemos a despreciar todo lo que ahora consideramos como una reliquia: esos abrazos que curan el alma, esos besos que te hacen sentir rico o esas personas que para tí, son esenciales. La realidad es que únicamente valoramos lo que tenemos, o mejor dicho, lo que teníamos, cuando el tiempo nos los roba, y eso es una pena. Todos dejamos para luego el te quiero que damos por sentado que ya se sabe o para qué mostrar nuestro cariño cuando lo puedo hacer mañana. Vivimos en una realidad en la que presumimos del tiempo como si fuera nuestra puta más leal, pero sin darnos cuenta del precio que pagamos.

    Por eso, no te pido que seas un hippie drogado ni que visites a María para poder valorar todo sin perderte nada, solamente espero que cuando la muerte te visite tenga envidia porque TÚ has vivido más que ella.

    Cuándo estás vivo nadie quiere abrazarte, pero cuando mueres nadie quiere soltarte.

    ResponderEliminar
  21. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  22. Reflexión en una cuarentena dura


    Estamos en cuarentena, exacto, y eso significa que tenemos que quedarnos en casa encerrados, cual pájaro en una jaula. Sin embargo, por una parte nosotros nos sentimos peor , y esto es porque nos sentimos necesitados de otras personas que día a día forman parte de nuestra vida. Así, seguramente si pudieran estar aquí y ahora a nuestro lado, dándonos apoyo moral, y permaneciendo juntos, todo sería más ameno y divertido. En mi caso, podría estar tomándome esto como unas auténticas vacaciones, sin embargo soy un teletubbie, y ¿ todos sabéis que los teletubbies necesitan estar juntos para hacer cualquier cosa no? Porque en piña todo suena más divertido. Quiero dirigirme a los jóvenes precisamente porque la mayoría de nosotros vivimos inmersos en las redes sociales, y en estas situaciones creo que todos nos damos cuenta de que una red social no nos llena interiormente, solo son medios donde entretenernos. Así que, estoy segura de que ahora mismo la gran mayoría preferimos salir de esta jaula a través de un libro a sumergirnos en redes sociales donde la inmensidad de publicaciones están llenas de falsedad.

    Aunque todo esto tiene un lado muy bueno, mi querido amigo el medioambiente está en un periodo de paz, ya que los vehículos apenas mueven el culo y así no emiten gases tan malignos como lo es el coronavirus. Podéis ver este apocalipsis zombie ,que es lo que parece, como un castigo de la madre naturaleza hacia la raza humana.

    Este es un tiempo de reflexión con uno mismo en el que podemos descubrir grandes cosas, así que deberíamos aprovecharlo además para dedicarnos a nuestras pasiones, siempre que puedan realizarse en casa, y para darle al coco y adquirir más conocimiento.

    ResponderEliminar
  23. A veces tienen que quitárnoslo para darnos cuenta de lo que realmente tenemos, para valorar lo que de verdad merece la pena. Y sí, la cuarentena nos ha quitado muchas cosas, pero nos ha dado una oportunidad de oro: la de pensar, reflexionar y valorar.

    Ahora valoramos mucho más a los abuelos, y al rato que pasamos con ellos. Salir un viernes o un sábado con amigos. Incluso ir a comprar tranquilamente sin tener miedo. Risas, llantos, enfados, besos. Valoramos más los ratos en familia. Y quién nos iba a decir que echaríamos de menos ir a clase. Todo esto puede parecer una tontería, y quizás jamás nos hemos parado a pensar en ello, pero cuando no lo tenemos es cuando nos damos cuenta de cuánto nos hace falta.

    Qué triste es que haya una epidemia mundial para que nos haga reflexionar. Ojalá pudiésemos volver semanas atrás, y haber prestado más atención a los míos. Lo que daría en estos momentos por ir a casa de mis abuelos, aunque solo fueran cinco minutos, y aprovechar más esos recreos con mis amigas en los que no dejábamos el móvil. Por eso, puedo decir que el tiempo se acaba. Que vuela. Que debemos disfrutar cada instante, cada momento, como si fuera el último. Que hoy estamos aquí, pero mañana quién sabe. Ser nosotros mismos y estar con quienes nos hacen felices. Y es que, en la cuarentena se nota aún más que quien te quiere, está contigo. A la vuelta tendremos más detalles, aprenderemos a querer más y cuidaremos de lo que tenemos antes de que sea tarde.

    De todo lo malo supongo que habrá que sacar algo bueno, y estoy convencida que esto nos ayudará a ver la vida de otra forma, valorándola aún más.

    ResponderEliminar
  24. La pandemia del 2020(Covid-19)

    El Covid-19 es una enfermedad infecciosa que produce síntomas similares a la gripe, entre ellos fiebre, tos y fatiga.

    Tengo 16 años, una edad en la que lo que me gusta es salir, divertirme, estar con mis amigos… ¿Cómo me siento? Pues ahora mismo mi vida es una montaña rusa de sentimientos. Me siento feliz y conmovida porque gracias a esto he aprendido a valorar los pequeños detalles de mi vida, quién diría que ahora lo que más me gusta es sacar al perro, cuando antes era lo que más odiaba y saber que toda mi familia está bien.
    Me siento triste porque echo de menos poder salir, socializarme. Ahora mismo una de las cosas que más echo de menos es a mis amigas, poder darles un abrazo, y compartir y vivir un montón de locuras y momentos. Nunca pensé que añoraría tanto una tarde de risas acompañada de una cena en el Mcdonalds.
    Todos queremos acabar con el virus, para superarlo necesitamos cooperación entre todos y ser responsables para ayudar así, al sistema sanitario que está haciendo lo imposible por salvar y curar nuestras vidas.

    Esta pandemia nos ha servido de enseñanza para empezar a valorar nuestro sistema sanitario y comprender que hay que cuidar el planeta.

    ResponderEliminar
  25. Memorias


    Lo último que recuerdo... es haberme dejado llevar por aquella angustiante sensación que él transmitía. Pero ahora me siento libre. No sé qué pasó, pero no, no quiero recordarlo. NOOO… ya vuelven, vuelve esa sensación que me oprime. No. Esta vez no me dejaré cautivar por su dulce y aterradora melodía.

    Captura

    Está aquí, me persigue, no puedo huir de él. ¿O sí? Tengo que comprobarlo. Subí y cerré la puerta. Pero allí estaba él, me había adelantado. Ahora tan solo me queda dejar que se apodere de mí y me cautive con su poder.

    Término

    ¿Qué es esto?, ¿Felicidad? Sí, es ella, que por fín vuelve a mis brazos. Ya no tengo que temerle. Ella me protegerá ante el poder de aquel que me ha tenido atrapado durante tanto tiempo. Ya podré estar tranquilo y sin que él me moleste

    Prisión

    Ya me tiene, no puedo hacer nada. Solo me queda sufrir hasta que no pueda más. No aguanto más, me tiene completamente agotado, como si me sacara la energía vital. Se acabó, ya no puedo más, el aburrimiento ha acabado conmigo.


    CMPT

    ResponderEliminar
  26. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  27. En tiempos de pandemia…

    Hay días en los que ni un colacao calentito apetece… Todo parece lo mismo. Cada día te levantas, desayunas algo y de nuevo al trabajo; alguna que otra tarde libre que aprovechas para ver esa serie que tanto te gusta o leer unas páginas del libro al que estás enganchado, hablar con amigos por vídeo-llamada deseando que salgan de la pantalla para poder abrazarlos. Pero lo difícil de esta situación no es que tus días sean pura monotonía, sino tener que aceptar que es así porque hay una pandemia que está acabando con la vida de las personas.
    Aunque siempre hay que mirarle el lado positivo a todo, en estos días en los que parece que estamos secuestrados en casa… ¡El planeta está descansando de la gran contaminación que acumulamos cada día! Y, no solo el planeta, nosotros también estamos descansando de todo, centrándonos un poco más en nosotros mismos, en querernos mucho, en querer a los nuestros y compartir nuevos momentos, ¡hemos jugado hasta a juegos de mesa! No recuerdo ni cuando fue la última vez que lo hicimos… Y ¡Qué bonito vernos reír en familia!
    Aprovecho también para agradecer a todas esas personas que están luchando por nosotros, por salvarnos de esta situación, que se juegan la vida a diario arriesgándose a contaminarse por salvar a otras personas. Para mí, ellos son los verdaderos héroes de esta historia. Y mientras tanto, nosotros seguiremos saliendo cada día a las 20:00 a nuestros balcones a dar las gracias por su esfuerzo con aplausos, un poco de música y todos unidos, que es lo importante.

    ResponderEliminar
  28. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  29. EL AMOR SIEMPRE PERDURA

    Miro atento el humo del cigarrillo
    A mi cabeza acude un pensamiento
    Nuestra vida antes del confinamiento
    Donde todo era mucho más sencillo

    Me levanto y corro por el pasillo
    Veo que no ha acabado el sufrimiento
    Me duele mucho decirlo y no miento
    Pero no te podré dar este anillo

    Sin embargo, tengo claras dos cosas.
    La primera, que siempre te voy a amar
    Porque eres la más bella de las rosas

    Y la segunda, que eres como el mar
    Porque solo en tus aguas tan preciosas
    Yo encuentro mi favorito lugar.

    ResponderEliminar
  30. GRACIAS A TODOS

    Cada día que pasa se hace más y más rutinario, no sé si seré a la única a la que le pasa, pero ya he cogido mi rutina de cuarentena, y da miedo decirlo. ¿Tanto tiempo llevamos confinados? No lo sé, porque ya no es lunes, martes, miércoles… simplemente es por la mañana, por la tarde o por la noche.
    Me levanto sobre las nueve y media de la mañana, desayuno, hago deberes, trabajos, exámenes, almuerzo, sigo haciendo deberes, meriendo, hago deporte, veo una serie, salgo a aplaudir a las ocho, ceno, veo una serie otra vez, duermo y… sorpresa, vuelta a empezar.
    Pero aún así, no va a ser todo malo en esta cuarentena. ahora se ve la bondad de la gente, no de toda, pero por fin hay algo que nos une, todos queremos que esto acabe y es increíble ver a las personas haciendo todo lo que está en su mano para ayudar, apoyando a todos los que nos salvan la vida y salen a la calle para que nosotros no tengamos que hacerlo, y no me refiero solo a todo el personal sanitario, sino también a las fuerzas de seguridad y a los demás trabajadores calificados como esenciales.
    Además, estoy descubriendo nueva música gracias a los conciertos que dan los artistas en directo en redes sociales, estoy bailando más que nunca gracias a todos los coreógrafos que dan clases en directo, estoy haciendo más deporte que nunca gracias a las personas que suben sus rutinas de ejercicio, estoy aprendiendo a cocinar gracias a todos los que publican sus recetas paso a paso y estoy descubriendo nuevos libros y series, gracias a aquellos que los recomiendan. En definitiva, cada uno está poniendo su granito de arena para que esto se nos haga más ameno y, por ello, me siento muy agradecida. Así que tú, que estás leyendo esto, hazme un favor y quédate en casa.

    ResponderEliminar
  31. Pau JDS.
    Estos días tan complicados nos hacen pensar y reflexionar.
    Ahora con más tiempo para la familia, para disfrutar, para jugar y para entendernos, para escucharnos. Para escuchar esa voz que a veces no oímos con tanto ruido.
    #yo estoy en mi casa#
    Mi recomendación es Diario de Greg.

    ResponderEliminar
  32. Hace dos semanas me quedé impresionado al ir al supermercado y encontrarme los pasillos vacíos. Primero fue el desinfectante y el papel higiénico y después la comida en lata,frutas….
    Dos días después el gobierno nos pusieron prácticamente a todos en cuarentena declarando el estado de alarma para evitar la propagación del COVID-19, que la OMS catalogó como pandemia mundial . Esta es la primera vez en la historia, que nos toca vivir algo así.
    China nos avisó de dicho virus.Pero creo que muy pocos de nosotros se imaginó que llegaría aquí. Primero se canceló el fútbol,baloncesto…..Después se cerraron parques, escuelas,institutos,bares...Sólo permanecían abiertos los supermercados,farmacias,panaderías y prensa.
    En esta semana se ha hecho más restricciones.Pienso que hay muchas familias que trabajan por hora y dependen de sus ingresos para poder comer y vivir.
    No sé cómo va a terminar todo esto , pero en estos días todos somos familias,amigos o vecinos.Que la pandemia del COVID-19 sea un ejemplo de colaboración global para vencer a otro desafío de la humanidad.Este virus va a terminar tarde o temprano. Mientras tanto espero que el virus nos haga entender mejor que todos somos seres humanos y que cuando nos unimos podemos lograr todo.

    ResponderEliminar
  33. La cuarentena
    Todo empezó hace casi tres semanas cuando nos obligaron a permanecer en nuestra casas, se veían mareas de gente en los supermercados llevándose todo lo que podían (rollos de papel higiénico, desinfectante…).
    En esta crisis se ha equivocado y se está equivocando el gobierno, pero también nos estamos equivocando los ciudadanos por varios motivos. En primer lugar el gobierno, viendo lo que estaba pasando primero en China y luego en Italia, tuvo que preparar algo por si llegaba a España, pero no lo hicieron y por eso nos ha afectado de gran manera y también se equivocó al comprar los famosos test. Después los ciudadanos, que antes de aprobar el estado de alarma fueron a los supermercados como ya he dicho antes y se llevaron todo lo que pudieron y por eso las familias que no tiene tanto dinero no pudieron comprar. después los que se saltan la cuarentena que vemos todos los días el en telediario (se van a correr, a hacer surf…) y por esto muchos vecinos se convierten en auténticos policías de balcón como los llamaron el otro dia en el telediario, pero no es una cosa tan buena, ya que la gente que puede y necesita salir insultadas por un derecho que ellos conservan, ya que lo necesitan por diversos motivos. Aun así, hay gente que ha demostrado su solidaridad ya sea haciendo mascarillas o con otras actuaciones
    Todos estos errores estamos cometiéndolos desde que empezó la cuarentena y tiene pinta de que desafortunadamente vamos a seguir haciéndolo hasta que se acabe.

    ResponderEliminar
  34. Reflexión
    Cuando esto del coronavirus empezó, mucha gente, yo incluido, lo veía como un chiste, bromeaban con eso etc.Era algo que parecía que se iba a quedar ahí, que no iba a llegar, que no nos iba a afectar a nosotros, pero con el tiempo la bromita dejó de serloser la y se fue convirtiendo en algo cada vez más serio. , yo he de admitir que cuando llegó el virus aquí, por una parte estaba feliz porque se iban a cerrar los institutos, ya que este trimestre en lo personal no ha sido nada bueno, pero por otra parte me preocupaba y me preocupa mucho mi familia y el efecto que puede ocasionar este dichoso virus.
    Esta cuarentena te da mucho tiempo para reflexionar, noches que cuando te das cuenta son las 7 de la mañana y sigues dándole vueltas y reflexionando sobre temas variados.Uno de los temas es la asistencia a clase. en general, me he acostumbrado muy bien y por lo general lo prefiero antes que tener que ir al insti cada día., esto te permite organizarte mejor y tener más tiempo,es verdad que no se aprende lo mismo porque en la mayoría de las asignaturas haces los deberes para quitarlos de encima y sumar una nota y no por querer aprenderla.
    También te hace reflexionar sobre tus amigos: cómo estarán, qué harías con ellos, etc. Y por último, sobre el gran impacto global que va a tener esto. Sobre si tus padres se quedaran en paro, la situación económica de tu familia para un futuro,... en conclusión, lo que antes eran risas y cachondeo ahora se ha convertido en algo duro de lo que todos tendremos que

    ResponderEliminar

Publicar un comentario